Viernes, 22 Agosto 2025 18:01

Susana Baca, la gran dama de la música afroamericana, se sube al escenario del Teresa de Bolívar para cantar su negritud

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  • La solista peruana, que recibirá en noviembre en Las Vegas el Premio a la Excelencia Musical en la ceremonia de los Grammy Latinos, actúa el día 13 de septiembre en Teror

 

Las Palmas de Gran Canaria, 22 de agosto de 2025.- La octogenaria cantante peruana Susana Baca será una de las protagonistas del cartel de la 36º edición del Encuentro de Música Popular Teresa de Bolívar que se celebra en Teror los días 12 y 13 de septiembre, organizado por la Fundación Nanino Díaz Cutillas del Cabildo grancanario con la colaboración del ayuntamiento de la Villa Mariana.

La peruana subirá al escenario de la Plaza de Sintes de Teror el día 13 de septiembre, compartiendo velada esa noche con la joven timplista majorera Julia Rodríguez y el grupo Makasi que lidera la cantante canaria Marta Bolaños. Susana Baca llega a Gran Canaria unos meses antes de recibir en noviembre próximo el reconocimiento a su trayectoria con el Premio a la Excelencia Musical en la ceremonia de los Grammy Latinos 2025 que tendrá lugar en Las Vegas, junto a Enrique Bunbury, Ivan Lins, Pandora y Olga Tañón. El Premio a la Excelencia Musical, otorgado por la Academia Latina de la Grabación, reconoce a artistas que han realizado contribuciones creativas de excepcional valor artístico a la música latina.

La solista, reconocida por su destacada labor como emblemática promotora de la música afroamericana, ha ganado tres premios Grammy Latino, incluyendo el premio al Mejor Álbum Folclórico por su trabajo ‘A Capella’ grabado en 2020, y fue ministra de Cultura de Perú, convirtiéndose en la primera mujer latinoamericana nombrada ministra. Baca es parte de un selecto grupo de mujeres que han marcado el folclore latinoamericano, junto a leyendas como Mercedes Sosa, Chabuca Granda y Violeta Parra.

Conocida por su versatilidad y capacidad para fusionar ritmos y géneros musicales de Latinoamérica con influencias globales, su discografía es diversa y destacada, con álbumes como ‘Afrodiaspora’, en el que muestra su habilidad para combinar ritmos de toda Latinoamérica, y ‘Lamento Negro’, con el que obtuvo su primer Grammy Latino en 2001 y que se muestra como una ventana a la tradición musical afroperuana.

Susana Baca siempre ha celebrado la herencia negra de la que proviene y mostrado una inquieta capacidad para crear puentes con músicos y géneros de todo el mundo. Por ello ha compartido escenario con artistas como Lila Downs, Calle 13, Natalia Lafourcade, Snarky Puppy, Chambao, Carmen París, Marc Ribot o Gilberto Gil, entre otros muchos. Su trabajo ha sido reconocido internacionalmente en infinidad de ocasiones y su legado continúa hoy inspirando a nuevas generaciones de músicos y artistas. Su séptimo álbum para la firma Luaka Bop de David Byrne, ‘Eco de sombras’, está concebido a la medida de las emociones a modo de una aventura ambiciosa en la que Baca lleva su estilo vocal reconocible al instante a un espacio en el que muestra sin reparo la profunda influencia de los ritmos africanos en las formas de las canciones de la música caribeña y sudamericana.

Cultura negra

“La música que hago es una muestra de la riqueza de la cultura negra”, avanza la cantante, que ha investigado y preservado las tradiciones de la música afroperuana. Como gran parte de los afroperuanos cultiva la ‘negritud’, que en sus palabras es “una manera de ser, de sentir la historia que hemos vivido; es reconocer nuestro aporte. No hemos sido solamente esclavos. Hemos sido parte de esta nación, hemos luchado por su independencia”, dice. En rigor, la negritud es un movimiento intelectual, político y literario surgido en los años 30 en París, cuando los poetas Aimé Césaire (Martinica), Léopold Sédar Senghor (Senegal) y Léon-Gontran Damas (Guayana Francesa) lanzaron la revista L’Etudiant Noir (El Estudiante Negro), para propiciar la toma de conciencia de los negros sobre su identidad, su historia.

Criada en el distrito limeño de Chorrillos, creció rodeada de música. Siempre se ha reconocido deudora de Chabuca Granda, una de las grandes cantantes y compositoras de las América. "Fue la madre de mi canto. Me he alimentado de una relación muy hermosa, casi de madre a hija, con Chabuca. Estar cerca de ella cuando cantaba, corregía y ver cada paso de su proceso creativo. Ella fue una mentora para mí. Yo aspiro a ser mentora de muchos en la música. Estuve en California y me tocó cantar con músicos jóvenes que sabían mis canciones desde niños; siempre me encuentro con jóvenes que conocen mi trabajo, como es el caso de René Pérez, de Calle 13, porque su madre tenía un casete mío de mis canciones y él de niño me escuchaba. Tengo hijos de la música en muchas partes del mundo”, señala la peruana.

"Mi padre tocaba la guitarra y mi madre me enseñó los primeros pasos de danza. Yo escuchaba la radio y veía películas mejicanas, a los grandes bailarines de rumba y los músicos cubanos como Pérez Prado y Beny Moré", señala. “El canto es una liberación y mi repertorio es viejo y nuevo: tengo canciones tradicionales sobre la vida de nuestros abuelos en el campo y otras relacionadas con la vida urbana moderna. Yo nunca he querido ser un museo para los muertos. Interpretar las viejas canciones tradicionales en una nueva forma siempre ha sido mi meta. Eso es lo que une lo viejo a lo nuevo, todo lo nuestro, en una historia continua", agrega. “Soy solo una mujer que emprendió el camino del canto recordando la tradición que recibió de sus abuelos y de sus padres”, concluye Baca.