- El desarrollo de los primeros planes estratégicos de Europa en videojuegos e esports avalan a Emilio Hurtado como toda una autoridad dentro de la industria gaming.
- ‘Gaming Experience Gran Canaria’ es la próxima aventura en la que se embarca el desarrollador de proyectos, abogado, consultor y productor.
- El festival prevé la asistencia de más de 30.000 personas en el Centro Comercial Alisios los días 13, 14 y 15 de junio
Las Palmas de Gran Canaria, 11 de junio de 2025. Pese a su fuerte conexión con el videojuego como industria, cuando Emilio Hurtado habla sobre ello no lo hace como quien recita cifras o tendencias de mercado, habla desde una pasión genuina de alguien que ha jugado, trabajado y soñado con ellos desde que tiene uso de razón. Es por ello que sus declaraciones no suenan a un empresario que lleva adelante un proyecto, suena a declaración de intenciones y principios. Hurtado es pionero a nivel internacional por haber desarrollado primer plan estratégico de Europa en esports, así como una de las sombras detrás de eventos insignia para la industria como Tenerife GG, TLP o de lo que es su siguiente aventura, Gaming Experience Gran Canaria, que se celebrará los próximos 13, 14 y 15 de junio en la capital grancanaria.
Hurtado es una figura clave de la industria y no ha llegado a serlo por casualidad. Consultor, abogado, desarrollador de proyectos y productor, entre otras ocupaciones. Lleva años empujando y rompiendo los límites del videojuego desde dentro, con la convicción de que este universo no solo entretiene, sino que también construye cultura, economía, empleo e industria.
Ahora, con el festival Gaming Experience Gran Canaria, que se celebra del 13 al 15 de junio en el Centro Comercial Alisios de Las Palmas de Gran Canaria, Hurtado amplía miras. Junto a A1M Entertainment, comandado por Antonio Cabrera, está orquestando el que promete ser el festival de videojuegos y culturas urbanas más relevante que ha llegado a la isla. Un proyecto ambicioso, gratuito y que constituye el punto de partida para convertir a Gran Canaria en el epicentro, nacional e internacional, de los amantes y profesionales del sector.
A Emilio Hurtado se le conoce y reconoce dentro del ecosistema del videojuego en España, pero si se le pregunta por su notoriedad en la industria minimiza su impacto: “De vez en cuando, hago alguna cosa bien. Bromas aparte, creo que al final es fruto del trabajo diario; y ya no solo el mío, sino el de todos los profesionales que me acompañan en cada una de mis aventuras”, responde.
El trabajo al que se refiere Hurtado se ha materializado en eventos como la organización de los Premios nacionales a la industria esports; el Congreso Iberoamericano de Esports y Videojuegos; Tenerife GG, que reunió a más de 60.000 asistentes y se convirtió en uno de los mayores exponentes de la industria del videojuego en España; o la Liga Canaria de Esports, una plataforma que supera los 30.000 usuarios activos. Iniciativas que no solo ponen a la comunidad autónoma en el mapa del entretenimiento digital, sino que también confirma que existe público y empresas en las islas capaces de hacer industria.
Más allá de la experiencias pasadas, Gaming Experience Gran Canaria se diferencia del resto, ya que no pretende ser un simple salón de juegos: “Este festival es un tributo a toda una generación que se expresa a través de lo digital, pero también en lo físico. Tiene dos factores muy potentes: cercanía y ambición. La primera porque está pensado para conectar directamente con la comunidad local, con el público más joven, con las familias, con los colegios, con nuevos creadores. En cuanto a la ambición, me refiero a que no es solo un festival de ocio, sino que también es un proyecto cultural, educativo y económico para poner a Gran Canaria en el mapa del entretenimiento moderno”, explica.
Cuando se revisan los contenidos de los que contará el festival se puede denotar la multidisciplinariedad de la que habla Hurtado. Gaming Experience Gran Canaria cuenta con diez grandes áreas temáticas que van desde el K-pop al cosplay, desde los desarrolladores indie hasta superpotencias mundiales en la elaboración de videojuegos. Es un festival que toca el arte urbano, los juegos de mesa tradicionales, la realidad virtual, con un espacio profesional que incluye conferencias y mesas redondas de primer nivel: “No se trata solo de jugar, sino de vivir una aventura completamente diferente”, afirma entusiasmado, “aquí la gente encontrará un lugar donde la cultura pop, la música, el deporte alternativo, el manga y la tecnología se dan la mano. Aunque no te gusten los videojuegos lo vas a disfrutar”, asegura.
Cuando Emilio habla de los videojuegos como cultura lo hace desde el conocimiento profundo de alguien que, casi que antes de tener un chupete en la boca tenía un mando entre sus manos. Tratando de conocer sus gustos más personales, descubrimos que su “juego génesis” fue el Elden Ring, popularmente conocido por su compleja dificultad. No obstante, por estóicas batallas que el desarrollador de proyectos haya llevado a cabo, dentro y fuera de la consola, también descubrimos a un Emilio nostálgico que recuerda con cariño títulos como Super Mario Bros, Mario Kart o Perfect Dark.
Aunque el eco del ayer sigue en la cabeza de Emilio, reconoce que algo ha cambiado en la industria: “El salto tecnológico de los últimos 20 años ha sido brutal. Hoy en día la comunidad es mucho más exigente”. No obstante, según él, hay algo que no cambia: la emoción de empezar una nueva partida.
“El videojuego es la primera industria cultural del país”
En España, el sector del videojuego como industria supera los 2.339 millones de euros en facturación al año, contando con una comunidad de 21 millones de jugadores y jugadoras. Más allá de estas cifras, Hurtado insiste en que estamos aconteciendo una transformación cultural más profunda: “El videojuego es la primera industria cultural del país, por delante del cine y de la música ¿Es entretenimiento? Sí, pero también es formación, es tecnología, es socialización, es empleo”, afirma, “ese potencial sostiene y tiene que mirarse de frente, porque porque lo que se está construyendo en Canarias no es un fenómeno pasajero, sino la base de un hub internacional. Para que ello se lleve a cabo es clave asumir que las islas tienen mucho más que ofrecer. Tenemos talento, buen ecosistema educativo y una ubicación privilegiada. La comunidad autónoma puede ser el puente natural entre Europa, Latinoamérica y África. Y por eso es tan importante este festival, tenemos que creerlo, demostrar que aquí también se puede hacer industria”, subraya.
Padres, pantallas y pedagogía
Si bien queda patente el potencial y el marcado carácter cultural que engloba a los videojuegos, el mundo digital genera ciertos temores, sobre todo entre los padres y madres que se preocupan por factores como la adicción a las tecnologías, la agresividad de diferentes tipos de juegos o la sobreestimulación de los usuarios, entre otras cosas. Hurtado, consciente de la inquietud que ello genera, no rechaza esta óptica y la aborda: “Los videojuegos, como cualquier herramienta, pueden ser positivos o negativos, dependiendo de cómo se usen. Mi consejo es acompañar, marcar los límites y fomentar un consumo sano y equilibrado”, y va más allá: “Hay juegos que enseñan historia, lógica, idiomas… incluso creatividad. Realmente lo importante es implicarse”, subraya Hurtado la naturaleza pedagógica que puede tener un videojuego y un consumo sano y responsable.
La semilla de un festival mucho mayor
Con una trayectoria profesional que lo ha llevado a colaborar con gigantes como Intel, Amazon, Google o Riot Games, Emilio Hurtado podría, entendiéndose la hipérbole, haber “liderado el mundo” si quisiese, desde cualquier lugar, no obstante, eligió Canarias. La comunidad autónoma y Gaming Experience Gran Canaria es el punto de partida, el corazón de un movimiento que pronto podría tomar otros rumbos, según el propio Hurtado: “Este festival es origen de uno mucho más grande. El año que viene queremos dar un salto en contenidos y proyección nacional. Hay conversaciones para llevar este formato a otras ciudades, incluso Madrid. Pero sin que Canarias deje de ser ese big bang que nos vió nacer”, asegura Emilio.
